Con la idea de ir conociéndonos todos e ir preparándonos físicamente se han programado una serie de rutas senderistas propias y la asistencia a otras organizadas por otras asociaciones. Son las siguientes:
- Ediciones de prueba de la ruta senderista Ermites del Camp d’Elx
- La primera, el próximo sábado, 23 de marzo, desde la Basílica de Sta. María hasta Balsares. De 21 km.
- Las otras dos, hasta completar los 56 km de la prueba en fechas para concretar.
Peregrinación al Monasterio de La Santa Faz, en Alicante, que puede ser:
- El 11 de abril, partiendo desde Alicante, con todos los demás romeros.
- O desde Elche, en otras fechas (30 km)
- Senda del Poeta, los días 19, 20 y 21 de abril
- Marcha solidaria: Una grúa para Rosalía, el 5 de mayo
- Romería a San Pascual, en Orito, el 18 de mayo
Ruta senderista-cultural Sierra de Castellar del 02/Junio/2013
Gracias a la colaboración inestimable de Gregorio Alemañ, Técnico de Patrimonio del Ayuntamiento de Elche, hicimos una visita guiada al yacimiento arqueológico de la Sierra de Castellar. Previamente recorrimos parajes tan hermosos como los que nos depara a lo largo de su recorrido la Acequia Mayor del Pantano.
El yacimiento arqueológico del Castellar.
Se trata de uno de los yacimientos arqueológicos más interesantes, controvertidos y olvidados que el panorama de la arqueología islámica puede ofrecer en la provincia de Alicante.
Ha sufrido un abandono secular, pese a que ya lo mencionara Cristóbal Sanz en 1621 y lo diera a conocer el historiador ilicitano Pedro Ibarra a finales de los años veinte del siglo pasado, cuando en 1914 identifica algunas estructuras visibles en la parte alta del cerro como «un cuartel fortificado cuya traza medieval recuerda, por su figura, su emplazamiento muy primitivo, y por su aspecto y materiales, una restauración que obedeció a nuestras luchas interiores en el siglo XV…»
Posteriormente, ya en la década de los 50 del siglo XX, el investigador ilicitano Alejandro Ramos Folqués publicó en el Anuario de Estudios Arqueológicos del año 1953, un artículo titulado Mapa arqueológico del término municipal de Elche donde señala que la meseta del Castellar de la Morera «… estuvo defendida por fuerte muralla de más de un metro de ancha, formada por grandes piedras, algunas de ellas tal vez de una tonelada, sin argamasa en su base y con piedras de menor tamaño unidas con mortero en la parte superior» y menciona, recogiendo el espíritu de las observaciones de Ibarra, que en «…la parte más elevada de la sierra, al NE, hay una construcción romana o árabe restaurada en la Edad Media, en la que se distingue una especie de patio de armas rodeado de habitaciones pequeñas». Por fin, indica que «… abunda la cerámica neolítica con ornamentación varia, hachas y percutores de ofita, puntas de flecha de sílex, dientes de hoz o sierra y piedras de arenisca cuarzosa utilizadas como amoladeras…», así como «… se encontraron dos esqueletos, uno de ellos con varios brazaletes y sortijas de bronce; junto a ellos había anuas de piedra y trozos de cerámica de barro negro micáceo...» (Ramos Folqués, 1953, 346). Años más tarde, su hijo Rafael Ramos Fernández vuelve a recuperar esta descripción en su obra La ciudad romana de Ilici. Estudio arqueológico, publicada en el año 1975.
Por último, el estudio regional sobre el poblamiento de la Cora de Tudmir de S. Gutiérrez Lloret (1996) establece algunas de las bases del trabajo de investigación que ahora otros equipos científicos se proponen realizar al integrar el asentamiento dentro de un contexto histórico determinado, fundamental para conocer su origen y evolución.
Desde su perspectiva, el Castellar se define como un poblado fortificado, un tipo de asentamiento muy determinado que aparece en los umbrales del siglo X, en relación con la mayor islamización social y la desestructuración de las redes de asentamientos en altura con posterioridad a la fitna.
Ruta del Barranc dels Tarongers, con la Unión Excursionista de Elche, el 16/Junio/2013
Excursión a la Asociación de Amigos del Camino de Santiago en Alicante del 25/Junio/2013.
Como todos los años, dias antes de partir hacia Galicia, visitamos la Asociación que preside el amigo Federico Ramirez para recoger las cartillas de peregrino. Salimos a media tarde en tren, recogimos las cartillas y volvimos a pié por la Vía Parque. Fueron unos 22 km que sirvieron para medir nuestro nivel de preparación y detectar las primeras ampollas.